A lo largo de 2017 me sorprendió una enfermedad con un tipo de síntomas que nunca antes había experimentado, y de la que había oído hablar sólo superficialmente: el colon irritable. En este post quiero compartir con vosotros como logré entender qué pasaba y cómo lo superé, ayudando posteriormente como psicólogo sanitario a otras tantas personas a superarlo.

Qué es el Síndrome del intestino irritable (colon irritable)

Voy a hablar del síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable.

El SII es un trastorno cuyos síntomas principales están relacionados con dolor abdominal así como cambios en el funcionamiento del intestino. Este es el órgano en la parte final de nuestro sistema digestivo, encargado de expulsar los restos de alimentos tras la digestión, asi como de absorber agua y minerales.

Así, además del dolor pueden darse también pueden darse periodos de diarrea o estreñimiento.

Pueden haber síntomas leves o graves, pudiendo llegar a ser incapacitante y a impactar por ejemplo en la vida social de la persona. Se teme salir, estar con otras personas y tener una crisis.

Este trastorno está clasificado como digestivo, y si se da ese diagnóstico por el médico de cabecera, te mandará al gastroenterólogo.

Sin embargo, en mi propia experiencia y en el de tantas otras personas, la solución no viene por ahí. No es solo un cambio en la alimentación lo que te va a sanar.

Creo que los profesionales sanitarios tenemos el deber de velar por quienes nos piden consulta con conocimientos que sean rigurosos, actualizados y profundos.

Lo vital para sanar va a ser entender la conexión entre tu cuerpo y mente. Como reacciona tu cuerpo ante lo que te pasa.

Y ves que hablo de sanar, de dejarlo atrás para siempre. Es lo que te voy a explicar a continuación.

Sanar el colon irritable

Lo primero es que tras este proceso que viví de autoconocimiento y de enfermedad me queda claro que este es un trastorno que implica tres niveles.

Quien piense que una enfermedad es simplemente una alteración química, se ha quedado en un paradigma antiguo, del siglo XX. Una enfermedad es una señal del cuerpo para nuestro cambio. Desde una psicología integrativa el cambio va a venir desde áreas diferentes.

El cuerpo nos está gritando que hay un desequilibrio y que hemos de cambiar cosas. El SII, además, siempre está relacionado con un exceso de ansiedad y de hiperactivación.

Incluso un resfriado común es más que un virus que nos ha entrado. Sí, ese es el desencadenante, pero siempre hay un nivel emocional y espiritual.

En este proceso hubieron personas que me ayudaron mucho. Mi médico de cabecera, quien al inicio me ayudó a controlar los síntomas, Carlos Lacomba, de Saliment,  educador para la alimentación, la salud y el bienestar, quien me encauzó para superar el problema y tiempo después mi amiga y nutricionista Alba Nutriveda. También mi amigo Roberto Jiménez Navas, de Santosha Valencia, con quien he descubierto el trabajo energético, kundalini yoga y muchas cosas más.

Vamos a ver los tres niveles de curación en el caso del SII.

La parte física

Hay una parte física en el SII que debe de ser considerada. Es un trastorno relacionado con cómo digerimos los alimentos.

En este proceso, aprendí que hay ciertos hábitos, alimentos y combinaciones de alimentos que son más óptimos que otros. Esto hace inclinarse la balanza hacia encontrarse mejor o peor y es fundamental; al final del artículo expondré cómo fueron las soluciones correctas para mi y para otras personas.

Anota este otro concepto, peristaltismo. Este es el conjunto de movimientos de contracción del tubo digestivo, necesarios para que este funcione bien.

La parte emocional

Para mi, esta ha sido la parte fundamental.

2017, cuando se iniciaron los síntomas, fue un año enormememente complicado a nivel emocional. El proyecto profesional en el que estaba se resquebrajó cambió y mis ex compañeras y yo decidimos seguir caminos diferentes, lo que dió pie a discusiones muy fuertes entre varias personas e incluso abogados.

Tuve que mudarme de forma imprevista y no deseada del piso donde residí muy a gusto cuatro años. No sólo eso, mi querido gato Gizmo falleció tras una larga enfermedad, muchos veterinarios y muchos hospitales. Sólo estuvo un año conmigo pero fue el primer animal que adopté. Si has perdido a un amigo animal ya sabes cómo es el proceso.

Todo llegó de golpe, casi al mismo tiempo y perdí diez kilos de peso. Para alguien que no es de complexión ancha, es mucho peso corporal. Me sentía mal, cansado y muy enfadado. Y me faltaba tanta energía que casi no podía andar por la calle.

Las emociones están implicadas en la homeostasis del cuerpo, que es el proceso de adaptación del organismo.

Es decir, cuando hay emociones intensas implicadas estan van a manifestarse de forma diferente. En mi caso fue con los síntomas del colon irritable.

Si nosotros estamos irritados, una parte de nuestro cuerpo (o varias) van a estar irritadas. Y ello nos está pidiendo que hagamos cambios, los cambios que necesitamos para resolverlo. Y con ello llegamos al apartado siguiente.

La parte espiritual

¿Qué sentido, significado y lugar ocupa aquello que me está sucediendo en un momento determinado de mi vida?

Ciertas situaciones nos están brindando la oportunidad de poder trabajar nuestras fortalezas tras esas pruebas de la vida.

A mi no encajaba ese trastorno. Desde luego no quería que pasara, y no quería aprender nada de ello. Pero… años después al volver la vista atrás me he dado cuenta de que era algo que me tenía que suceder.

Fue fuente de aprendizajes de búsqueda, de ir más allá de la psicología.

Es cómo un máster vital. Si superamos determinadas situaciones, si les damos un encaje y un sentido… ¿que no seremos capaces de superar?

Guía práctica para sanar el colon irritable

Vamos a hacer un resumen de cosas que a mi me han venido bien y que he podido recoger tanto de una psicología integrativa, de la educación para la alimentación, de los libros así como de lo que he aprendido por mi mismo.

Como ves, todos estos consejos son muy prácticos y probablemente a ti también te hagan bien. En todo caso, prueba y adopta lo que te convenga y descarta lo que no.

Meditación

La meditación es la gran vía del cambio. Y de transformar tu salud. La evidencia ya es arrolladora a favor de que la mente infliuye directamente en la materia. Por ejemplo en lo que pasa en nuestro cuerpo.

Si nunca habías oído hablar de esto, entras en un mundo de conocimientos fascinante. Hay personas que han curado enfermedades mucho más graves que el SII transformando la acción de su mente y la literatura científica las recoge.

Esto es exactamente lo que enseñamos en consulta con nuestra metolodogía propia, Valentia.

Aumenta tu autoconocimiento

La sensación de estrés está relacionada con el síndrome de colon irritable al causar espasmos en el tracto gastrointestinal. En muchas webs te van a  decir que es aconsejable practicar técnicas de relajación como el yoga y la meditación.

Vamos a profundizar un poco en ello. Sí, claro que te va a ayudar. Aquí lo que te recomiendo es que prestes atención a tus emociones. No para controlarlas, pero sí para gestionarlas mejor.

Todo lo que avances en tu proceso de cambio te va a ayudar a dejar a atrás la enfermedad.

Y aquí va un gran aprendizaje: si tu cambias, la enfermedad dejará de tener sentido.

Elimina la palabra «enfermedad crónica»para sanar el colon irritable

Esta palabra debería estar prohibida. ¿Por qué? Porque nos situa sí o sí en el rol de paciente.

Es decir, en el que poco podemos hacer para sanar, más allá de aliviar los síntomas. Si consigues que en tu mente no se crónico no lo va a ser.

Si ha habido un proceso que te ha llevado hasta allí, puede revertirse. Se le puede dar la vuelta.

Cuidado, esto no implica ser ilusos. Los cambios pueden darse en meses o en años. Pero es plenamente posible.

Mastica bien

Comer bien es clave para lograr una digestión completa que evite la sensación de llenura e hinchazón. La digestión empieza en la masticación, así que toma tu tiempo para que lo que ingieras sea completamente una papilla y que por tanto ponerte lo más fácil posible la digestión.

Veinte masticaciones por bocado, mezclando bien con la saliva. No quieres ponérselo aún más difícil a tu sistema digestivo.

Mantente hidratado

Es fundamental el tomar bastante agua. Aumenta la ingesta de agua (de 1.5 a 2 litros diarios), sobre todo si predomina el estreñimiento. Este es un hábito de salud aconsejable para todo el mundo pero muy especialmente en este tipo de trastornos.

Si como a mi te cuesta beber, ten siempre una botellita contigo y bebe sorbos de vez en cuando. Infusiones, cafés y algún zumo casero también entraría aquí en beber.

Haz ejercicio aeróbico

Mantenerse activo es indispensable para la salud y en este caso el caminar, caminar rápido, o nadar son las actividades más recomendables. Todo lo que implica moverse, elige tu deporte. Ayuda de forma muy importante el peristaltismo.

Además, ayudas a que los movimientos del intestino sean más fluidos y si haces ejercicio en postura vertical estarás ayudando mucho a ello. Nota: no hagas siesta. Esto implica tumbarse y eso dificulta la digestión. Aprovecha para dar un paseo a la manzana de 15 minutos. Yo lo hago así todos los días desde entonces.

Combinaciones de alimentos

Este es un punto clave. Excede el contenido de este artículo, por lo que te animo a que consultes a un profesional.

Una buena combinación: una fuente de proteína + varias verduras + algo de grasa saludable.

Evita alimentos procesados y aumente los ricos en proteínas, en todo caso. Consume alimentos preferentemente con fibra como vegetales. Estos deben ser la base de tu alimentación y que consumas una cantidad adecuada de fibra cada día.

Se habla de muchas dietas, como la FODMAP. En lo personal, a mi no me sirvió de nada. Sí el aplicar una alimentación saludable, completa y basada en el sentido común como te estoy explicando.

No usar medicamentos a largo plazo

No estoy en contra del uso de medicamentos o suplementos. Tienen su función y su utilidad. Lo que pasa es que suele ser la primera opción, cuando debería ser la última y hacer cambios en nuestro estilo de vida antes.

Al principio si te ves desbordado pueden ser buena idea aquellos movimientos que te ayuden a realizar los movimientos intestinales. Pero a largo plazo pueden debilitar tus intestinos y crear dependencia. Lo mismo con los suplementos.

Comidas más frecuentes y menos abundantes

Muy importante, hacerlo así es preferible para no irritar el intestino. Seis comidas pequeñas al día en lugar de tres comidas grandes manteniendo un horario fijo para consumirlas. A mi me ha venido bien para hacer digestiones menos pesadas pero prueba tu propio patron.

Reacción ante los síntomas

El último punto y muy clave. No es lo que te pasa. Es lo que haces con lo que te pasa.

No eres tu enfermedad. No te justifiques. Y desde luego intenta con todos tus medios no dejar de hacer las cosas que antes hacía, por miedo a los síntomos, como relacionarte con amigos, deporte o viajes.

Si se produce dolor, hay cosas que puedes aprender y hacer. Si se produce diarrea, o si se produce estreñimiento lo mismo.

Cada persona y su SII tiene un patrón diferente. Aquí lo importante es no desesperar y ello nos lleva directamente a los dos puntos siguientes.


Tratamiento del síndrome del intestino irritable

Este es un proceso que puedes seguir. Tienes las pautas necesarias para ello. Sé que nuestro cuerpo y mente se resiste al cambio. No siempre es fácil y a mi me ha venido muy bien el pedir ayuda.

Si sufres colon irritable, puedes consultar con un nutricionista. Si nunca te has preocupado realmente por tu alimentación, hay cosas que debes aprender.

Ahora bien, si los síntomas te molestan y afectan tu calidad de vida, como sucede en muchos casos, debes recurrir al tratamiento psicológico.

En nuestro centro de Psicología Integrativa utilizamos diferentes técnicas, desde la terapia cognitivo conductual dirigida a cambiar tu percepción sobre los síntomas, sobre ti, y cambiar creencias que pueden estar perjudicándote, hasta técnicas de respiración y relajación para ayudarte a aliviar la tensión y tratar la ansiedad que normalmente genera este trastorno.

Con este reenfoque veremos formas para en tu día a día mejorar tu calidad de vida de forma adaptada a ti, fácil y sostenida en el tiempo.

También recurrimos a técnicas dirigidas al procesamiento a nivel inconsciente de la información de tu cuerpo, como la meditación o la técnica EMDR.

Mediante la meditación logramos llevar tu atención hacia cómo te quieres ver y cómo te quieres sentir. Podrás reenfocarte en las emociones positivas que quieres generar en tu vida y en crear en ti una personalidad libre de SII.

Con la técnica EMDR, por ejemplo, se enfoca en reducir o eliminar la emoción negativa que experimentas cuando percibes los síntomas. A través de una serie de movimientos oculares rápidos no solo se logra la desensibilización, sino que se promueve un procesamiento correcto de las experiencias negativas vinculadas, como por ejemplo algún trauma o situación difícil del pasado.

¿Qué lograrás con el tratamiento?

Con nuestro tratamiento conseguirás:
• Entender qué te está pasando a nivel físico, emocional.
• Superar la ansiedad y la tensión de este trastorno.
• Bajar la percepción del malestar, de manera que puedas sentirte más cómodo/a en tu día a día.
• Mejorar tu estado de ánimo a corto, medio y largo plazo.
• Recobrar la seguridad y la confianza en ti mismo/a.

¿Por qué elegirnos?

• Ponemos en práctica una terapia profunda y eficaz para que puedas hacer progresos a corto, medio y largo plazo .
• Te ofrecemos un tratamiento personalizado para tu caso y te proponemos la mejor solución.

• Asumimos una perspectiva integrativa que incluye las técnicas más innovadoras.

Si el colon irritable u otros trastornos digestivos son un problema para ti, llámanos, podemos ayudarte a mejorar tu calidad de vida.

Solicita aquí una sesión de valoración gratuita, donde podrás resolver tus preguntas y empezar a conocer a tu terapeuta.

Recibe la ayuda experta que necesitas. Pide tu primera entrevista gratuita, sin coste y sin compromiso y conoce cómo trabajamos personalmente. Puedes escribirnos a hola@centrodepsicologiaintegrativa.com y te indicaremos cómo proceder, o llama al 669 78 79 15 ¡Te esperamos!

Antoni Martínez – Centro de Psicología Integrativa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *